Llombera
se cita como Plombera en el “Libro Gótico”
del Archivo de la Catedral de Oviedo ya en el año
361. No está claro si este topónimo deriva
de plumbum (plomo) por la posibilidad
de alguna explotación de plomo, quizás
por los romanos, a propósito de cuyo extremo algunos
indicios parecen referir los vecinos, pues en una cueva
de la jurisdicción se han hallado escorias
que no han sabido identificar, y coinciden en creer que
en tiempos remotos haya habido explotaciones del referido
mineral en la zona.
Atestigua
la antigüedad de sus orígenes, la época
celtica, la existencia en sus proximidades de una población
el Castro a una altura no muy distante, donde, parece
ser, se han encontrado restos, piedras de adorno y de
un poblado de pastores que ocuparon un lugar llamado Vegahonda
ó Vegafonda, con una iglesia propia. Todavía
hoy existe ese prado, al que se llama el prado de la iglesia
donde hace años se encontró una campanita
o esquilón que servía para las misas.
En el término de Llombera también, y no
lejos de estos lugares del Castro, se encuentra el lugar
llamado Tamba, con una hermosa fuente, y en torno a estos
sitios corre todavía un dicho que recuerda las
antiguas leyendas de los tesoros : “Entre Tamba,
Tambica y Tambicón, hay un tesoro que vale más
que la ciudad e León”. Leyenda que se refuerza
con la referida a otro tesoro (enterrado en lugares no
lejanos , la Portilla), el cual ha de salir o a punta
de reja o a resbalón de oveja”
Es uno
de los pueblos de Gordón mas antiguamente documentados
según transcribe Tirso de Avilés, recogida
C.Miguel Vigil que dice: “...et descendit ad
campolongo secus flumen Bernisga. Per illa uite.Per uillar
de fratres.Per Plombera.... »
Llombera,
como ocurre con otros concejos de la comarca debe su crecimiento
a las explotaciones de carbón que comenzaron a
finales del s. XIX en gran parte de sus terrenos, que
propició que los vecinos se dedicaran a la extracción
del carbón, al principio en minas familiares, y
después integrando a más trabajadores que
intentaban mejorar su modo de vida.
Como
destacable en el aspecto monumental, los más relevantes
son los de carácter religioso, el primero es la
iglesia parroquial dedicada a San
Pedro, que la tradición dice que perteneció
a una marquesa, delante de la cual hay una bella cruz
de piedra. Se restaura en 1959 por la Hullera Vasco
Leonesa, regida, ya entonces, por el párroco don
Marcial Alvarez García.
También hay una pequeña ermita del Santo
Cristo de los Remedios al que muchos fieles acuden
a visitar en la fiesta el 14 de septiembre.
Las
construcciones populares son de piedra, robustas, que
se construyeron al lado de la montaña, cuyos cimientos
se encuentran anclados en la propia roca.
En aquélla época, el pueblo poseía
buenas escuelas , que se habían construido recientemente
(una para los niños y otra para las niñas),
con una casa para el maestro. Actualmente, ese edificio
se usa como consultorio médico y como bar del pueblo.
Actualmente, durante el invierno
este pueblo sólo cuenta con 52 habitantes, aunque
prácticamente todos los fines de semana ese número
es de unos 70 habitantes y , sobre todo en el verano ese
numero aumenta a alrededor de unos 115 h. Su
cercanía a poblaciones como La Pola de Gordón
y La Robla, hace que se encuentre bien abastecido
de sus necesidades más básicas.